¿Cómo explicarte esa palabra que antecede al viaje de las golondrinas negras?. Lo pienso. Lo intento y no puedo. Brindemos. Hablemos. Volvamos a brindar por la arbitrariedad de esta noche medieval, por el tiempo sin tiempo de tu conversación.
¿Nos vamos?. Sí, pero primero déjame respirar un pedazo de tu sonrisa. ¿Aquí?. No, allá. En ese tramo de carretera desconocida, en esa sucursal de infierno y cielo. ¿Nos vamos?. Sí, pero primero finge ser la reina, la voz del secreto que huele a pecado. ¿Tenías que regresar temprano? Es la media noche. Hablemos. Brindemos. Regresemos al punto donde creemos que inició esta locura.
Es cierto, tú me interesas más que el fútbol. ¿Otra conincidencia?. Tu canción también es mi canción: "Un rato cada día te engañaría con cualquiera, te cambiaría con cualquiera. Ni tan arrepentido ni encantado de haberme conocido lo confieso, tu que tanto has besado, tu que tanto me has enseñado...".
No comments:
Post a Comment